Cappuccino |
Empezamos nuestra andadura hablando de una de las bebidas más conocidas a nivel mundial, el cappuccino. Hoy en día es una bebida universal, allá donde vamos, en cualquier cafetería podemos encontrar esta delicia... pero cómo nació?
Un capuchino bebido por un capuchino |
Tal y como hoy en día lo conocemos, el cappuccino nació en 1901, de manos de Luigi Bezzera, el inventor de la máquina para hacer el café expreso. Pero la legenda que hay detrás de esta bebida va mucho más lejos en el tiempo y cruza fronteras, pues se cree que el verdadero inventor del cappuccino fue Marco d'Aviano, un monje de la orden de los capuchinos, que allá por el año 1683, contribuyó a salvar la ciudad de Viena de la invasión turca. Los turcos trás de sí, dejaron sacos de café, bebida que adoraban, y en Europa era aún casi desconocida.
El sabio monje, al atreverse a tomar dicha oscura bebida, la encontró demasiado amarga para su gusto, por lo que decidió añadirle un poco de leche, naciendo así una bebida que se asemejaba al color de su abito, por lo que empezó a conocerse como "la bebida del cappuccino" o en español, capuchino. Lógicamente, la técnica del cappuccino fue perfeccionándose, hasta llegar a tener el aspecto y sabor que hoy todos conocemos.
Ingredientes y procedimiento:
El cappuccino actual se compone de una base de café expreso (1/3 de la taza), leche (1/3 de la taza) y la característica espuma de leche que terminará de llenar la taza. A menudo se suele espolvorear con canela o cacao. Además siempre viene servido en una taza de porcelana que mantiene por más tiempo el calor. Como sucede con cualquier otra bebida, el azúcar se añade según el gusto, en mí caso siempre lo tomo con azúcar moreno de caña.
Todos conocemos el cappuccino de las cafeterías y los bares, los cuales se hacen gracias a la presión de la máquina expreso, pero...también podemos disfrutar de una taza de cappuccino casera!
¿ cómo lo hacemos? Pues hoy en día existen numerosos electrodomésticos que nos hacen sencilla la tarea de crear la espuma de leche, pero más sencillo aún es tener un montaleche ( montalatte), que nos ocupa menos espacio y es bastante más económico, además hoy por hoy lo podemos encontrar en casi todas las tiendas de hogar.
montaleche o montalatte casero |
Su utilización es muy sencilla, pues basta con introducir la leche en el recipiente, ponerlo directamente al fuego y una vez esté caliente, batiremos enérgicamente y listo!. Pero se recomienda que la leche no supere los 70ºC pues, de lo contrario, nuestra espuma bajará de inmediato así que, si no tenemos un termómetro, intentaremos que ésta no llegue a hervir.
Interior del montaleche |
Otro truco para hacer nuestra espuma algo más densa, es golpear contra la mesa a pequeños toques el culo del montaleche y así haremos que la espuma se asiente y adense un poco. Ya sólo nos queda elegir una taza, hacer nuestro café y añadir nuestra leche espumosa. Los condimentos que luego añadamos va a gusto del consumidor, así como el arte que cada uno tenga para adornar la superficie de la espuma, técnica hoy en día convertida en toda una moda, conocida como "latte art".
cappuccino adornado con latte art |
Como curiosidad, cabe destacar que aunque es una bebida muy difundida en el mundo y cada uno la toma a su gusto, pero el verdadero cappuccino italiano solamente se toma en el desayuno, generalmente acompañado de una brioche, un croissant o cualquier otro tipo de dulce. Es casi un sacrilegio pedirlo en un bar a lo largo del día, y puede que el barista te mire con cara rara jejeje. Otra manía algo extendida es el añadir nata en vez de espuma de leche, lo que haría que se convirtiera en otra modalidad de café, seguramente buena, pero no sería un cappuccino real, pudiendo pasar a llamarse, por ejemplo, café vienés.
Pues esto es todo por hoy, espero que prueben a hacerlo en casa y se convierta en un elemento fijo en vuestros desayunos!
Un saludo con mucha espuma!
Angie
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