domingo, 13 de julio de 2014

El Café Espresso

Media mañana de un lunes, hacemos una pausa en un bar del centro de la ciudad. El día se presenta difícil. Un cliente pide algo al barista con dos palabras, sólo dos. Empieza la magia. "Un espresso". Desde ese momento en adelante, el día y la semana entera empieza a verse con otros ojos. Con un buen café espresso en mano, concentrado, denso, negro y espumoso, con un aroma único, nos sentimos en paz con el mundo.


Estamos seguros del gran poder que puede tener un buen café espresso, capaz de cambiar nuestra jornada, ya que nos despierta, nos une con el mundo y nos da un ese empujón que a veces necesitamos. Nos consideramos muy cafeteros, pero sobretodo uno de nosotros (Tom), es un amante del café fuerte, intenso y sin azúcar, para poder degustarlo mejor. Nos encanta el perfume que desprende e invade toda la habitación! Pero...¿cómo nació esta deliciosa bebida?


Angelo Moriondo
Nos encontramos en 1884, cuando un emprendedor de Turín, Angelo Moriondo, era el propietario de elegantes locales en pleno centro de la capital piamontesa, como por ejemplo, el Grand- Hotel Ligure o el American Bar. Gracias a su trabajo, estaba en contacto con numerosa clientela, lo que le lleva a darse cuenta que la sociedad estaba cambiando y aumentaba la demanda de lo moderno y rápido, en todos los sectores, incluído el del café.

Por esto, con motivo de la Expo de Turín en 1884, presentó la primera máquina de café espresso, la cual agilizaba muchísimo la preparación del café, el cual se obtenía haciendo pasar vapor a una presión extremadamente alta, a través del polvo de café que había sido previamente molido. 

Pero Angelo Moriondo no explotó nunca su invento del " café instantáneo" como el lo llamaba, pero si se limitó a producir, de manera artesanal, pocos ejemplares de la máquina.

Sin embargo, fue el milanés Luigi Bezzera, el que compró la patente en 1901, al ver la potencialidad industrial que podría tener dicho invento, así que se dedicó a mejorarla llegando a conseguir la primera máquina de café espresso tal y como la conocemos hoy en día. Os recuerda a algo su nombre?, ya nos encontramos con el señor Luigi Bezzera cuando hablamos del Capuccino, bebida de la cual es él el inventor moderno.

Seguidamente, en 1905, la patente fue comprada por la empresa La Pavoni de Milán, que empezó la producción en serie de máquinas de café espresso, y es aún hoy activa en el sector con sus máquinas de café de elegante diseño y alta gama.

La clásica máquina para el café espresso "La Spaziale", para muchos baristas, la mejor.

Hoy en día existen innumerables variedades de café espresso de los cuales podemos gozar en cualquier bar. Así tenemos por ejemplo el café espresso "ristretto" ( estrecho o corto), un espresso super concentrado, o el espresso " lungo" ( o largo) para los amantes de tomarse un café con calma, o el "macchiato" ( con leche) o el "corretto" (con unas gotas de licor, como por ejemplo el Sambucca o la grappa), podemos decir que este tipo es una versión italiana del carajillo español.



El Sambuca Molinari, quizás el licor más apreciado para la elaboración del café corretto.  

Es esencial que el café venga servido muy caliente. En Nápoles, donde el café espresso es todo un ritual, este tipo de bebida se sirve en una taza prácticamente hirviendo. No intenten quejarse al camarero, pues os dirá que es así como se goza del buen café, que es así como se puede apreciar plenamente su aroma, eso sí, cuidado con quemarse la lengua! 

El café en Nápoles se sirve a una temperatura de entre 88 y 90ºC y la " tazzulella" ( como se llama a las tazas en napolitano) siempre se sirve a no menos de 70ºC. Por esto, el café espresso napolitano autentico se describe con las " tres C" es decir "Cocente" ( cocido, es decir a alta temperatura), "Cómodo" (es decir, con calma, pues el café debe de ser un ritual para gozar sin prisas, y por último " Carico" ( muy intenso y gustoso). Es por este motivo que, por lo general, para servir un espresso se usan unas tazas de porcelana en forma cónica y bastante gruesas, esta forma sirve para mantener mejor el calor. Es siempre por el mismo motivo que las tazas se suelen mantener encima de las máquinas de café espresso, la cual siempre está caliente.




En resumen, no sólo de café hecho con moka Bialetti vive el hombre, con un espresso del bar también el más duro de los días mejorará!

Saludos,

Tom

4 comentarios:

  1. Qué maravilla el café! A mí quemarme la lengua no me gusta, pero sí que esté bien caliente, porque me gusta tomármelo con calma :)
    saludos

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    1. Sí! el café con calma sabe mejor! Además es todo un mundo el tema del café, me encanta ver cómo lo toman en cada lugar, las diferentes costumbres...y tomar café siempre es una buena excusa para hacer un paréntesis y relajarnos!;) Gracias por pasarte! un saludo

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  2. El otro día vi un reportage en TV sobre la tradición del Espresso en Milán y ahora esta entrada! Que ganas de tomar un espresso "de verdad"!

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